7 de febr. 2016

De "energúmenos fascistas" y "la mayoría social", radiografía de una manifestación:

Como no podía ser de otra manera, la organización que nos alegró estos últimos días fue Societat Civil Catalana (SCC) con su fascinante manifestación del pasado domingo 31 de enero. El evento tenía de todo: "energúmenos fascistas" -en palabras de la misma SCC-, fascistas de pura cepa y corbata, fascistas escondidos entre las filas de la misma SCC, además del conocido manojo de frikis, desde señoronas de peluquería diaria y misa en castellano tarareando el himno español que los organizadores del evento les habían negado, hasta aquel fornido que gritó delante de la Generalitat: "¡Os cito en el tatami!"

La Convocatoria:

La convocatoria para el acto, que se convertiría en uno de los eventos más hilarantes de los últimos años, ya tenía su qué. Mientras que la publicidad era de bajo coste (carpas, trípticos, carteles y anuncios en algún digital afín), el presidente de SCC, Rafael Arenas, daba una cantidad ingente de oportunas entrevistas en todos los medios que se le ponían a tiro. De ellas se pueden destacar dos. Una fue en El Vespre a La 2, junto al jefe de comunicación de SCC Juan Arza (que el programa no presentó como tal, sino como "assessor d'empreses"), donde el presentador insinuó, equivocadamente, que la manifestación tenía el apoyo del PSC y que no fue corregido por Arenas, quién es un hombre honorable. La otra fue en el programa Més 3/24, ocasión que aprovechó uno de los tertulianos, Eduard Voltas, para decir del predecesor de Arenas, Josep Ramon Bosch: "És un nazi":


Aún más divertido fue cuando la CM de SCC, Montse García, soltó tuits en contra de la burguesía, estilo Izquierda Falangista de Ricardo Sáenz de Ynestrillas, con unos mensajes que recuerdan una frase que pronunció Goebbels en 1929: "¡Contra la burguesía política: a favor del nacionalismo genuino!" :


Esto no sólo cosechó carcajadas porqué SCC sea liderada por burgueses como Josep Ramon Bosch (Director General de una empresa farmacéutica internacional para España y Portugal), Joaquim Coll (Técnico superior adscrito al área de cultura de la Diputación de Barcelona) y diversos profesores universitarios como Arenas, este populismo anti-burgués también hizo reír, y mucho, porqué el jefe de Montse García, el asesor de empresas Juan Arza, gusta mucho cargar contra el populismo; tendencia política que éste miembro del Partido Popular identifica con Podemos o los soberanistas catalanes.

La idea de que el independentismo actual es obra de la burguesía es de lo más hilarante: viene de la izquierda, más en concreto de un partido injustamente olvidado: el PSAN. SCC se llama "catalana", pero definitivamente no vive en Cataluña.

La mani:

Con tanto color entre "energúmenes fascistas", fascistas de pura cepa y corbata, fascistas escondidos entre las filas de la misma SCC y frikis diversos, es fácil olvidar que entre los 2.000 asistentes (estimación propia y de El País, mientras que la Guardia Civil habló de 3.500) había también gente normal. Sí, es cierto, aunque sean pocos, aún hay gente normal que sigue las convocatorias de esta entidad, cuyo presidente fundador, Josep Ramon Bosch, está imputado por proferir injurias y amenazas desde una cuenta de Facebook con tono fascista y nombre de santo. Bosch dimitió, con todos los honores, el 28 de septiembre 2015 y, junto con el también ex vicepresidente José Rosiñol, se pasó el día de la mani de excursión por Montserrat, lugar el que su antes mencionado alter ego quiso quemar con el monje Hilari Raguer dentro. Bosch no estaba en Barcelona, no fuera caso que algún malévolo periodista le hiciera la foto para sacar conclusiones lógicas.

El "gran éxito" (según SCC) de la convocatoria también se debía a la adhesión del Partido Popular y Ciutadans. O eso esperamos, no vaya a ser que la mayor parte de esa muchedumbre de 2.000 viniese de parte de la ultraderecha como Somatemps y Soberanía y Libertad, que también se unieron a la convocatoria.

¿Qué son estas entidades? Somatemps es una organización cuyo presidente fundador era Josep Ramon Bosch antes de ser presidente fundador de SCC. En la mani fue representada por un grupo liderado por el binomio Josep Alsina/Javier Barraycoa. A Alsina se le conoce por haber sido miembro del Partido Español Nacional Socialista, por sus conferencias para el partido neonazi Movimiento Social Republicano (MSR) y por apoyar últimamente a una escisión de éste, el neofascista Soberanía y Libertad, liderado por su amigo Juan Antonio Llopart. A Barraycoa se le conoce por dar conferencias al partido neonazi Democracia Nacional.

La vomitiva, perdón, comitiva de Somatemps en la mani de SCC lucía también a un radiante Xavier M. Codorniu, presentador de la mani del 12-O 2014 (organizada por SCC) como también de la del 12-O 2015 (organizada por todos los sospechosos habituales menos SCC).

Tanto Alsina como Barraycoa y también Codorniu son lo que SCC en su día llamó sus "miembros fundadores". De Somatemps a SCC, igual que Josep Ramon Bosch, quien continúa siendo no sólo un miembro querido y respetado de SCC, sino también vicepresidente de la Fundación Joan Boscà bajo su presidente Joaquim Coll, quien a su vez es vicepresidente de SCC y fue el orador estrella de la mani del domingo pasado, donde citó a Tarradellas. Somatemps -con su fenomenal rollo del "catalanismo hispánico", que comparte con MSR y el Casal Tramuntana- es a todas luces una organización ultraderechista.

Pero la presencia más destacada de Somatemps fue sin duda la presentadora de la mani, Isabel Porcel. Por supuesto no en su papel de miembro de primera hora de Somatemps, sino en aquel otro, el de empleada de SCC, jefa de su oficina, coordinadora de Joves de SCC y cofundadora de la entidad.

El "gran éxito":

Es de esperar que cuando en un comunicado posterior a la mani SCC puntualizó que "condenamos la presencia de energúmenos fascistas" no se refiriese a la bella Porcel, ni tampoco a sus muy propios Alsina, Barraycoa y Codorniu. Ni al mismísmo Josep Ramon Bosch. Viviendo su momento más antifranquista, SCC se refirió exclusivamente a aquellos "minoritarios" que lucían la bandera del pollo. Es cierto: estos sí que eran pocos y sin mucha importancia. Salvo la de servir a SCC como excusa para cargar contra los medios por haberlos mencionado.

Grupo de manifestantes en el acto organizado por Societat Civil Catalana

Como ya apuntamos, SCC ve en los 2.000 de la plaza Sant Jaume "un gran éxito". SCC es esa gran organización democrática que tiene 79 socios con la sartén por el mango, y 6.000 adheridos sin voz ni voto. De estos, SCC fue capaz de atraer a una tercera parte. Suponemos que llegó a tanto por la muy valiosa asistencia del PP y C's (y, bueno, esos minoritarios que nunca pintan nada salvo cuando fundan organizaciones como SCC). Ahí se quedó el PSC -el partido de Joaquim Coll y Montse García- que ya no quiere tener nada que ver con SCC. Cosa que quedó obvia por su falta de apoyo a esta mani multitudinaria y decisiva, aunque afortunadamente el PSC todavía no ha hecho explícita su ruptura con SCC.

Tanta sintonía entre "energúmenos fascistas", fascistas de pura cepa y corbata, fascistas escondidos entre las filas de la misma SCC, frikis, gente normal y algún socialista confuso... Tanta sintonía sólo fue rota por la voz del presidente de España y Catalanes, Eduardo García quién, siempre en primera linea unionista, dejó estas palabras para la posteridad:

"¿Dónde está la mayoría social? ¿Dónde está esa mayoría social que está en contra del separatismo? Evidentemente no estaban aquí."


Artículo escrito por Marcus Pučnik.